Universo noviembre-diciembre 2025

42 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2025 ASTRO PUBLISHING I lustración artística del remanente de la supernova. Incluso después de que la estrella quedara reducida a su núcleo, siguió experimentando episodios violentos de pérdida de masa, expulsando capas ricas en sili- cio (gris), azufre (amarillo) y argón (violeta). La colisión catastrófica de estas capas, tal como se muestra en esta ilustración, generó una brillante explosión de supernova visible a 2.200 millones de años luz de distan- cia. [Keck Obs./Adam Makarenko] No es que nuestros libros de texto estén equivocados, pero claramente no captan todo lo que produce la naturaleza. Debe de haber rutas más exóticas para que una estrella masiva termine su vida, que aún no habíamos considerado» . Con masas entre 10 y 100 veces la del Sol, las es- trellas masivas se alimentan me- diante fusión nuclear: la enorme presión y el calor extremo de sus nú- cleos hacen que los elementos lige- ros se fusionen en otros más pesa- dos. A medida que la estrella evolu- ciona, quema sucesivamente ele- mentos más pesados en el núcleo, mientras los más ligeros se consu- men en una serie de capas alrededor de él. Este proceso continúa hasta formar un núcleo de hierro, cuyo co- lapso desencadena una supernova o la formación de un agujero negro. Aunque las estrellas masivas suelen perder parte de sus capas antes de explotar, SN 2021yfj expulsó mucha más materia de la que los científicos habían detectado hasta ahora. Otras observaciones de “estrellas despoja- das” habían revelado capas internas de helio o de carbono y oxígeno, vi- sibles tras la pérdida de la envoltura de hidrógeno, pero nunca se había observado una capa más profunda. «Las estrellas experimentan fuertes inestabilidades» , explicó Schulze. «Estas inestabilidades pueden ser tan violentas que hacen que la estre- lla se contraiga y libere repentina- mente una enorme cantidad de energía, expulsando sus capas más externas. Y puede hacerlo varias veces» . El equipo descubrió SN 2021yfj en septiembre de 2021, uti- lizando la cámara de gran campo del Zwicky Transient Facility (ZTF), en el Monte Palomar, al sur de Cali- fornia. Al analizar los datos de ZTF, Schulze detectó un objeto extrema- damente luminoso en una región de formación estelar situada a 2.200 millones de años luz de la Tierra. Sin saber de qué se trataba, pero con- vencidos de que era algo inusual, Schulze y Miller decidieron obtener su espectro para identificar los ele- mentos presentes en la explosión. Schulze contactó con Yi Yang, en- tonces investigador posdoctoral en el grupo de Alex Filippenko (Univer- sidad de California, Berkeley) y ac- tualmente profesor en la Univer- sidad de Tsinghua (China). UNIVERSO

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