Universo noviembre-diciembre 2019

50 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2019 CRÓNICAS ESPACIALES «Al igual que el aire cálido de un día de verano, la tenue at- mósfera de esta galaxia ma- siva debería deformar la señal de la ráfaga rápida de radio. En cambio, recibimos un pul- so tan prístino y preciso que no hay absolutamente nin- guna firma de este gas» , ase- veró Jean-Pierre Macquart, coautor del trabajo y astró- nomo en el Centro Internacio- nal de Investigación en Radio- astronomía de la Universidad de Curtin (Australia). El estudio no encontró evi- dencias de la presencia de nubes turbulentas frías o de pequeños cúmulos densos de gas frío en el halo. La señal de ráfaga rápida de radio tam- bién proporcionó informa- ción sobre el campo magné- tico en el halo, que es muy débil (mil millones de veces más débil que el de un imán de nevera). Llegados a este punto, con los resultados de un solo halo ga- láctico, los investigadores no pueden decir si la baja densidad y la baja fuerza del campo magnético medidas son inusuales o si los estu- dios previos sobre halos galácticos han sobreestimado estas propieda- des. Prochaska afirmó que espera que ASKAP y otros radiotelescopios utili- cen ráfagas rápidas de radio para es- tudiar muchos más halos galácticos y resolver sus propiedades. «Esta gala- xia puede ser especial» , dijo. «Necesi- taremos usar las ráfagas de radio rápidas para estudiar decenas o cien- tos de galaxias de un rango variado de masas y edades para evaluar a toda la población» . Telescopios ópti- cos como el VLT de ESO juegan un papel importante al revelar cuán lejos está la galaxia que alojó cada ráfaga, así como si la ráfaga habría pasado a través del halo de cualquier galaxia situada en un primer plano. I nmediatamente después de que el radiotelescopio ASKAP (Australian Square Kilometre Array Pathfinder) identificara una ráfaga rápida de radio, llamada FRB 181112, el Very Large Telescope (VLT) de ESO tomó esta imagen y otros datos para determinar la distancia a su galaxia huésped (la ubicación indicada por las elipses blancas). El análisis de estos datos reveló que los pulsos de radio habían pasado a través del halo de una galaxia masiva (en la parte superior de la imagen) en su camino hacia la Tierra. [ESO/X. Prochaska et al.] principalmente se encuentra en for- ma de gas caliente ionizado. Mien- tras que la parte luminosa de una galaxia masiva podría tener alrede- dor de 30000 años luz de ancho, su halo (de una forma más o menos es- férica) es diez veces más grande en diámetro. El gas del halo alimenta la formación estelar a medida que cae hacia el centro de la galaxia, mientras que otros procesos, como las explosiones de supernovas, pue- den expulsar material fuera de las regiones en las que se forman estre- llas, enviándolo hacia el halo galác- tico. Una de las razones por las que los astrónomos quieren estudiar el gas del halo es para entender mejor estos procesos de eyección que pue- den paralizar la formación de estre- llas. Según Prochaska, «El halo de esta galaxia es sorprendentemente tranquilo. La señal de radio apenas había sufrido perturbaciones a su paso por la galaxia, lo cual contrasta con lo que los modelos anteriores predicen que habría sucedido a la ráfaga» . La señal de FRB 181112 estaba com- puesta por unos pocos pulsos, cada uno con una duración inferior a 40 microsegundos (10 000 veces más corto que el parpadeo de un ojo). La corta duración de los pulsos pone un límite superior a la densidad del gas del halo porque el paso a través de un medio más denso ampliaría la duración de la señal de radio. Los in- vestigadores calcularon que la den- sidad del gas del halo debe ser in- ferior a 0,1 átomos por centímetro cúbico (equivalente a varios cientos de átomos en un volumen del ta- maño de un globo). ! UNIVERSO

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