Universo mayo-junio 2025
27 MAYO-JUNIO 2025 tructura interna es probablemente convectiva (a diferencia del Sol, que tiene tanto zonas convectivas como no convectivas), lo que hace que esta estrella vecina sea mucho más activa. Sus campos magnéticos se retuercen, generan tensión y terminan quebrán- dose y arrojando chorros de energía y partículas, que los astrónomos ven como llamaradas. Meredith MacGregor resume de la si- guiente forma el objetivo principal del estudio: «La actividad de nuestro Sol no es suficiente para desplazar la atmósfera de la Tierra, sino que ge- nera espectaculares auroras, gracias a nuestra atmósfera densa y su fuer- te campo magnético protector. Las llamaradas de Próxima Centauri, en cambio, son mucho más intensas, y sabemos que hay planetas rocosos en la zona habitable. La pregunta es: ¿qué le hacen estas llamaradas a la atmósfera? ¿Es el flujo de radiación y partículas lo suficientemente in- tenso como para alterar químicamen- te la atmósfera o incluso erosionarla por completo?». Esta investigación constituye el pri- mer estudio en longitudes de onda múltiples que usa observaciones mi- limétricas para analizar nuevos as- pectos físicos de las llamaradas. En total, se combinaron 50 horas de ob- servaciones de ALMA realizadas con el conjunto principal y con el con- junto Morita, también conocido co- mo el Atacama Compact Array (ACA), para analizar 463 episodios de llamaradas. «Cuando observamos las llamaradas con ALMA, detectamos radiación electromagnética en diversas longi- tudes de onda. Y si las analizamos en detalle en longitudes de onda de radio, podemos estudiar las propie- dades de las partículas emitidas por la estrellas y entender mejor su com- posición» , explica Meredith MacGre- gor. Esto se consigue mediante la caracterización de la distribución de frecuencia, lo que permite mapear la cantidad de llamaradas en función de su energía. Por lo general, la gra- diente de esta distribución corres- ponde a una función de la ley de po- tencias: las llamaradas menos ener- géticas son más frecuentes, mientras que las más intensas ocurren con menor regularidad. Próxima Centauri experimenta tan- tas llamaradas que el equipo pudo detectar numerosos episodios en cada rango energético. Asimismo, se cuantificó la asimetría de las llama- radas más energéticas y se describió cómo su fase de declive es significa- tivamente más prolongada que su fase de erupción. Las observaciones en longitudes de onda milimétricas y de radio contri- buyen a delimitar las energías asocia- das a estas llamaradas y las partículas que emiten. De ahí la importancia de ALMA en este estudio, según destaca Meredith MacGregor: «Las llamara- das detectadas en longitudes mili- métricas son significativamente más frecuentes, siguiendo una ley de po- tencia distinta a la observada en el rango óptico. Por lo tanto, si solo ob- servamos en longitudes ópticas, pa- samos por alto información crucial. ALMA es el único interferómetro mi- limétrico con la sensibilidad necesaria para efectuar estas mediciones». UNIVERSO ! R epresentación artística de una llamarada solar de Próxima Centauri. [NSF/AUI/NSF NRAO/S. Dagnello]
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