Universo enero-febrero 2022

52 ENERO-FEBRERO 2022 ASTRO PUBLISHING males, como el Sol, y que contienen material que alguna vez fueron planetas, asteroides u otros cuerpos rocosos que en el pasado dis- tante orbitaron la estre- lla, pero que en algún momento cayeron en la enana blanca y “conta- minaron” su atmósfera. Al buscar elementos que no existirían natural- mente en la atmósfera de una enana blanca (es decir, cualquier otra co- sa que no sea hidrógeno y helio), los científicos pueden averiguar de qué estaban hechos los objetos planetarios rocosos que ca- yeron en la estrella. Putirka y Xu observaron 23 enanas blancas contaminadas, situadas a unos 650 años luz del Sol, en las cua- les se habían detectado con preci- sión elementos como calcio, silicio, magnesio y hierro, gracias a las ob- servaciones realizadas en el Obser- vatorio WM Keck en Hawai’i, el Telescopio Espacial Hubble, y otros observatorios. Luego, los científicos usaron las abundacias medidas de esos elementos para reconstruir los minerales y rocas que se formarían a partir de ellos. Descubrieron que estas enanas blancas tienen una gama de composiciones mucho más amplia que cualquiera de los plane- tas interiores de nuestro Sistema Solar, lo que sugiere que sus plane- tas tenían una variedad más amplia de tipos de rocas. De hecho, algunas de las composiciones son tan inusua- les que los investigadores tuvieron que crear nuevos nombres (como “piroxenitas de cuarzo” y “dunitas de periclasa”) para clasificar los nue- vos tipos de rocas que alguna vez existieron en esos planetas. «Si bien algunos exoplanetas que en el pa- sado orbitaron enanas blancas con- ! tos principales (que con- forman una gran parte de una roca terrestre), especialmente el silicio, son necesarias para sa- ber realmente qué tipo de tipos de rocas ha- brían existido en esos planetas. Además, Putirka y Xu afirman que los altos ni- veles de magnesio y los bajos niveles de silicio medidos en las atmósfe- ras de las enanas blan- cas sugieren que los es- combros rocosos detec- tados probablemente provenían del interior de los planetas, del man- to, no de su corteza. Algunos estu- dios previos de enanas blancas con- taminadas anticiparon que existía corteza continental en los planetas rocosos que alguna vez orbitaron esas estrellas, pero Xu y Putirka no encontraron evidencia de rocas de la corteza. Sin embargo, las obser- vaciones no descartan por completo que los planetas tuvieran corteza continental u otros tipos de corteza. «Creemos que sí existe roca de la corteza terrestre, no podemos verla, probablemente porque ocurre en una fracción demasiado pequeña para ser medida, en comparación con la masa de otros componentes planetarios, como el núcleo y el manto» , explicó Putirka. Según Xu, la pareja de un astró- nomo y un geólogo fue la clave para revelar los secretos ocultos en las atmósferas de las enanas blancas contaminadas. «Conocí a Keith Pu- tirka en una conferencia y estaba emocionado de que pudiera ayu- darme a comprender los sistemas que estaba observando. Él me en- señó geología y yo le enseñé astro- nomía, y descubrimos cómo dar sentido a estos misteriosos sistemas exoplanetarios.» UNIVERSO A l estudiar las atmósferas de los restos estelares llamados ena- nas blancas, dos científicos descubrieron tipos de rocas que no se encuentran en nuestro Sistema Solar. Este video resume el des- cubrimiento. [NOIRLab/NSF/AURA/J. da Silva/NASA’s Goddard Space Flight Center/Scott Wiessinger/ESO/M. Kornmesser] taminadas parecen similares a la Tie- rra, la mayoría tiene unos tipos de rocas que son extrañas para nuestro Sistema Solar» , dijo Xu. «No tienen contrapartes directas en el Sistema Solar.» Putirka describió algunas caracterís- ticas de este nuevo tipo de rocas que en algún momento conformaron cuerpos rocosos distantes: «Algunos de los tipos de rocas que vemos a partir de los datos de la enana blanca disolverían más agua que las rocas en la Tierra y podrían afectar la forma en que se desarrollan los océanos» , explicó. «Algunos tipos de rocas pueden derretirse a tempera- turas mucho más bajas y producir una corteza más gruesa que las rocas de la Tierra, y algunos tipos de rocas pueden ser más débiles, lo que po- dría facilitar el desarrollo de la tec- tónica de placas» , agregó. Estudios anteriores de enanas blan- cas contaminadas habían encon- trado elementos de cuerpos rocosos, como calcio, aluminio y litio. Sin embargo, Putirka y Xu explican que esos son elementos menores (que típicamente constituyen una pequeña parte de una roca terres- tre) y las mediciones de los elemen-

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